El roble es una de las especies de caldo más veneradas y apreciadas utilizadas en finas proyectos de carpintería. Es duro, fuerte y, cuando se termina correctamente, es absolutamente hermoso. El roble también puede ser un dolor real para trabajar. Sin embargo, hay algunas cosas que puede tener en cuenta al trabajar con roble que le ayudarán a garantizar los resultados que desea con un mínimo de esfuerzo adicional.
Tipos
Hay muchas diferencias entre las especies de robles. El roble europeo goza de una consideración mucho mayor que el roble americano. Por ejemplo, un número considerable de iglesias y barcos de madera que quedan hoy desde hace siglos fueron construidos principalmente con roble inglés. Esta especie notablemente hermosa y fuerte es muy difícil de conseguir hoy en día, pero muchas otras variedades de roble de diferentes fortalezas y propiedades están disponibles en toda Europa.
En comparación, las variedades americanas de roble no son tan veneradas. El roble blanco americano es un poco más preferible al roble rojo, ya que el roble rojo es más propenso a encogerse y, con sus granos abiertos, es muy poroso. El roble blanco tiene una veta más compacta y es casi impermeable al agua.
Consejos de trabajo
La primera regla para trabajar con roble es tener mucha paciencia. El roble responde a la delicadeza más que a la fuerza bruta. Por ejemplo, al enrutar un borde en una pieza de roble, en lugar de enrutar todo el perfil en una pasada, es mucho más preferible cortar el perfil en dos o tres pasadas. Debido a su gran grano, el roble puede astillarse o partirse fácilmente al enrutar los bordes del material, eliminando trozos de material en lugar de astillas pequeñas. El resultado suele ser mucho menos que deseable.
Un segundo consejo para trabajar con roble es asegurarse de que sus herramientas estén extremadamente afiladas. El roble es una madera dura que puede desafilar las herramientas más que muchos otros tipos comunes de material, por lo que herramientas para trabajar la madera El afilado fino se vuelve más importante cuando se trabaja con roble.
El roble también es bastante susceptible a quemarse. Esto puede causar estragos en sus brocas y cuchillas y, en algunos casos, hacer que el metal de la herramienta de corte pierda su temple, lo que significa que no podrá sostener un borde afilado durante casi tanto tiempo. Mantener sus herramientas de carpintería afiladas, así como las herramientas operativas, como las brocas de enrutador, a velocidades adecuadas ayudará a prevenir este problema. La eliminación de las marcas de quemaduras de la madera a menudo se puede hacer con mucho lijado, pero es mejor evitar quemarse en primer lugar.
Refinamiento
Muchos carpinteros prefieren terminar el roble lo más mínimo posible, ya que sienten que esto muestra el carácter de la madera. Los carpinteros que opten por utilizar un enfoque minimalista para terminar sus proyectos de roble deberían tomarse un tiempo adicional para lijar en muchos pasos, usando cada vez más granos de papel de lija en cada paso para ayudar a eliminar las líneas de lijado.
La goma laca se usa ampliamente para sellar roble. Un método cada vez más popular para el acabado del roble es aplicar una mancha de aceite seguida de una capa de goma laca para sellar la mancha. Luego, rellene las imperfecciones con una pasta de relleno de grano, seguida de un tinte de gel. El acabado final son algunas capas de poliuretano.