• Lávese las manos

    Lavarse las manos con jabón eliminará los aceites y la arena fina de los dedos.

  • Coloque una toalla suave

    Coloque un paño o toalla suave, doblado un par de veces, sobre la superficie de trabajo para recoger las monedas que pueda dejar caer y dejar un espacio para que se sequen.

  • Preparar un baño con jabón

    Llene un recipiente de plástico pequeño con agua tibia del grifo. No utilice vidrio, porcelana o metal, ya que estas superficies duras pueden rayar sus monedas. Los contenedores de almacenamiento de alimentos desechables son perfectos para esto. Solo no guarde sus monedas en ellos de forma permanente. Agregue una pequeña cantidad de detergente lavavajillas suave al recipiente lleno de agua tibia. No se exceda, todo lo que necesita es un pequeño chorro.

  • Prepare su baño de enjuague final

    Llene un segundo recipiente de plástico con agua destilada para el enjuague final. Aunque el agua destilada es, con mucho, la mejor, puede sustituirla por agua corriente caliente del grifo.

  • Limpiar las monedas

    Coge la primera moneda y sumérgela en agua con jabón. Frote suavemente ambos lados de la moneda entre sus dedos, prestando atención a cualquier pegajosidad o suciedad. Frote la suciedad cerca de los bordes lejos del centro de la moneda, no en ella. Trabaje siempre con un patrón hacia afuera. La suciedad y la mugre cerca de los bordes simplemente deben pasar por el costado con el pulgar, no completamente a través de la moneda. ¡No pongas todas tus monedas en el agua a la vez! Hágalos uno a la vez. De lo contrario, las monedas entrarán en contacto entre sí y causarán marcas de arañazos en las superficies.

  • Enjuague las monedas

    Enjuague la moneda con agua corriente tibia, frotando suavemente hasta que desaparezcan todos los residuos de jabón. Recuerde siempre, ¡la gentileza es la clave! No frote con fuerza, y si siente algo de arena, incluso un poco de arena, no la frote en la moneda porque la rayará muy fácilmente. En su lugar, agite la moneda moviéndola rápidamente en el agua para desalojar la arena, tóquela suavemente solo si es necesario para liberarla. Cada movimiento que hagas con los dedos debe enfocarse en no causar rayones en la superficie de la moneda.

  • Enjuague de nuevo

    Agite la moneda en el agua destilada para eliminar los residuos de cloro y otros contaminantes que se encuentran en el agua del grifo. Sostenga la moneda por el borde y agite suavemente. En este punto, ya no deberías toca la moneda en sus caras. Tócalo solo por el borde de la moneda al usar sus dedos desnudos. Si debe usar agua del grifo para el enjuague final, deje correr la moneda con agua bastante caliente.

  • Deja que las monedas se sequen

    Si usa un enjuague con agua destilada, puede colocar la moneda en la toalla para que se seque al aire. La moneda debe secarse sin manchas porque el agua destilada no contiene minerales disueltos ni otras impurezas. Si tiene que hacer el enjuague final con agua caliente del grifo, seque suavemente la moneda para ayudar a evitar las manchas.

    Advertencia

    ¡Nunca frote una moneda con una toalla para secarla! Séquelo siempre con palmaditas suaves con una toalla de tela suave o un pañuelo de papel que no suelte pelusa.

  • Repetir hasta terminar

    Ahora lave el resto de sus monedas, una a la vez, siguiendo cuidadosamente los Pasos 5 al 8. Si se encuentra con una moneda que necesita remojar por un tiempo para limpiarse, colóquela en la tina de agua a un lado, para que no la golpee accidentalmente con otra moneda en la tina.

  • Almacene sus monedas

    Asegúrese de que sus monedas estén completamente secas antes guardándolos. Las monedas húmedas pueden sufrir daños con el tiempo. Recuerde siempre manipular las monedas solo por los bordes. ¡Las únicas monedas en las que toco las caras son las que estoy a punto de gastar!