Son las 5 p.m. un viernes y tienes una cita por la que estás nervioso, o tal vez acabas de recibir algunas críticas sobre un proyecto de trabajo en el que trabajaste como esclavo. ¿Cómo empezar el fin de semana con un pie más alegre y seguro? Bueno, de compras, por supuesto; al menos, así es como a menudo recuperamos nuestro estado de ánimo.
Pero a pesar de la satisfacción temporal que puede brindar una nueva compra, generalmente es de corta duración, ya que los problemas reales que subyacen a nuestra incomodidad se han ignorado en su lugar. Para empeorar las cosas es el hecho de que nuestras cuentas bancarias simplemente no pueden satisfacer todos los malos humores que pasan o perder la confianza, y cuándo los obligamos a hacerlo limitando nuestros fondos para las cosas realmente importantes (los frijoles horneados diariamente en una tostada a los 30 años no es elegante).
Como editores de moda, ciertamente no somos inmunes a este fenómeno; después de todo, la tentación está a nuestro alrededor, pero hemos aprendido algunos trucos a lo largo de los años para ayudar a abordar el problema.
Desplácese hacia abajo para averiguar si es culpable de compras emocionales (y aprenda cómo detenerlas de una vez por todas) ...
No hay nada de malo en tratarse a sí mismo de vez en cuando, pero si se ha convertido en un hábito semanal o incluso diario, probablemente sea mejor explorar los sentimientos detrás de él. ¿Te ha estado molestando algo que estás tratando de compensar? ¿Se siente más inseguro de lo habitual y tal vez esté tratando de aumentar su confianza con cosas nuevas y elegantes? Esto no es un delito, pero tampoco es la solución que está buscando.
Si uno o más de los síntomas anteriores se aplican a usted, es probable que haya sido culpable de una pequeña compra emocional. Sin embargo, tratarse a sí mismo constantemente cuando está feliz o emocionado también cuenta, y puede ser más difícil de identificar, ya que se lee como puramente positivo. La clave es separar cada emoción de instigar una reacción instintiva a la compra.
Afortunadamente, existen algunas reglas realmente fáciles de implementar para ayudarlo a evitar compras emocionales en el futuro. Nuestro favorito es la regla de las 24 horas, que requiere que no impulse las compras como un hábito (¡el único derroche está bien!) Y, en cambio, reflexione sobre las posibles compras durante al menos 24 horas primero. Este período de tiempo puede ayudar a que se disipe cualquier emoción que pueda estar impulsando la compra, dando paso a la lógica y la razón. Lo mismo ocurre con un exceso de boletines informativos y actualizaciones de compras: despeje algo de espacio en su vida y minimice las oportunidades de compra solo para aquellos que realmente le interesan.
Si ir de compras es uno de sus pasatiempos favoritos, entonces también será crucial llenar ese vacío con un nuevo pasatiempo. ¿Qué siempre has querido probar pero nunca lo has hecho? Utilice este tiempo libre para explorar algo cuyas recompensas sean menos fugaces, como una clase de cocina o lecciones de canto.
Por último, no tenga miedo de darse un capricho por su éxito. Siempre que mantenga el gasto en línea con sus nuevos valores (lea: no se exceda o use el éxito para justificar cada nueva compra), no hay nada de malo en darse un pequeño obsequio por ser bueno o cuando realmente necesita algo nuevo.